Seres de la naturaleza en Sayago
En julio del 2013 realizo la 2ª exposición de Los Habitantes de Gaia en un lugar muy especial, un espacio idóneo para presentar a los seres en su propio medio, en el Balneario de Almeida situado en la comarca de Sayago, provincia de Zamora. Esta es la entrevista realizada por R. Carnero que se publicó en el correo de Zamora La Opinión.
«Mi obra sale de una escucha atenta de la naturaleza»
«Invito al espectador a tener una mirada más profunda de las cosas»
29.09.2013
R. CARNERO La artista gallega Loreto Blanco Salgueiro inauguró el pasado 21 de septiembre la exposición «Seres de la Naturaleza», una colección de 23 cuadros, con la naturaleza como protagonista, en el balneario de Almeida «La Dama Verde».
-Dentro de ese mundo del arte, ¿cómo se define por lo que hace actualmente?
-Está dentro de los parámetros del arte contemporáneo. Lo que hago ahora mismo son imágenes digitales. Técnicamente son infografías. Esta serie de «Seres de la Naturaleza» está grabada, impresa sobre metracrilato y aluminio. Son imágenes realistas, aunque tienen una cierta surrealidad por el tipo de imagen.
-¿De dónde salen esas imágenes que utiliza para elaborar sus cuadros?
-Son imágenes que principalmente salen de una conexión con la naturaleza y un amor muy grande a la naturaleza también. Salen desde esa escucha atenta al entorno natural. Y desde esa escucha atenta y desde esa observación, lo que hago es casi como un ejercicio de meditación.
-Viniendo de una tierra tan misteriosa y enigmática como Galicia, ¿qué tiene Sayago para que le sorprenda y lo plasme en sus cuadros?
-Hace dos años viene a visitar el lugar y realicé fotos por el entorno. Me fui sola a descubrirlo y ahí fue donde conecté con el lugar y con el corazón de la Dama Verde. Trabajé a partir de esa serie de fotos que hice; algunas de cuyas imágenes son estas que están en la exposición. Fue un poco el azar porque Antonio, el dueño del balneario, me invitó a venir.
-El pasado año Antonio, encarnado en don Quijote y acompañado de Sancho, abrió una ruta desde Sayago a Fisterra a través de Portugal, pasando por Santiago. Ahora usted presenta una exposición que vincula Galicia y Sayago, ¿cuál es la conexión entre ambas?
-No lo sé. Él tiene muy claro que este lugar está unido a Santiago, el corazón de Galicia. No sé qué conexión puede haber a ese nivel. Para mí, estar aquí es como estar en mi casa.
-Usted ve una imagen en el campo, ¿busca otra realidad o la transforma?
-Es una pregunta muy buena porque realmente sale de una realidad que percibo pero que no es visible. Digamos que el arte tiene esa capacidad de hacer visible lo invisible, lo que percibimos con otros sentidos no visuales. Eso es quizá lo que capto, lo que percibo muy intuitivamente a través de una fotografía. Y luego ya en un programa de ordenador, construyo esa realidad doblándola. Hago primero un espejo, reflejo la foto inicial, las uno y a partir de ahí salen los seres que intuía ya estaban en realidad. Empiezan a mirarme y a partir de ahí continúo haciéndolos visibles.
- Y cuando alguien ve sus cuadros y la da una interpretación distinta a la que usted ha visto, ¿cómo le sienta?
-Estupendo. Porque no pretendo tampoco que sean imágenes cerradas en sí mismas. Son imágenes que sugieren. Y eso sí, todo conecta con la naturaleza. Hay gente que me dice que es un insecto o que es un injerto. Lo relacionan con cosas de la naturaleza porque es obvio. Es realista en ese sentido porque se ven los fragmentos de la naturaleza de los que están hechos. Hay personas que no ven el ser o la naturaleza que tengo retratados sino que ven otras cosas. Soy consciente de que son imágenes que tienen esa capacidad de multiplicarse, de decir más cosas que una sola porque está la imagen global y los detalles que pueden penetrar en la imagen y ahí te encuentras con un universo.
-¿Supera la realidad o la descubre?
-Creo que la descubro. Invito al espectador a que la descubra conmigo. A que tenga una mirada más profunda de las cosas. Menos superficial. Ese es uno de los objetivos de mis obras. Que no nos pase la vida y lo que miramos, en este caso a través de la naturaleza. Que no nos pase como si nada, como una mirada rápida. Sino que haya una mirada detenida, observadora y atenta al mundo. En ese sentido el mundo se descubre. La realidad la descubrimos más a fondo.
-Entonces ¿la naturaleza es maestra o discípula suya?
-¡Maestra!, ¡siempre maestra! A mí me está enseñando.
-Usted que utiliza la fotografía para el arte, para sus cuadros, ¿qué fotografía haría de la actualidad de España?
-La fotografía global, la de la península ibérica que tiene dos rostros, el de la derecha y el de la izquierda. La gran nariz de la izquierda.
-¿Y en cuanto a la realidad que estamos viviendo?
-No es fortuito que yo esté trabajando con la naturaleza. En momentos de crisis, lo que se derrumba es una manera de percibir y vivir la realidad; según veo y entiendo el mundo está en crisis todo: la manera de percibirlo y de vivir en él básicamente; con las imágenes que hago planteo una nueva mirada del mundo, mucho más profunda. Políticamente, si lo vamos a ver desde este punto de vista, estoy cuestionando la manera actual de ver el mundo y, de alguna manera, planteo y propongo: mira más allá. Descubre otra realidad. Creo que esta nueva mirada puede hacerse a través de la naturaleza, todos somos naturaleza, es como la esencia de todo lo que existe y de todo lo que es, es para mí lo que define todo. Es una metáfora, claro, porque en mis imágenes no se está hablando explícitamente de la economía o de otras cosas que salen en las noticias. Pero para mí lleva implícito todo este cambio que hay que hacer y que implica la práctica de una nueva actitud en la forma de mirar la vida, desde una nueva profundidad de las cosas.
-Viendo el resultado de sus cuadros, ¿se atrevería a transformar o manipular la realidad tal como la vemos?
-No podría decirte ahora qué imagen haría, pero sé desde donde la haría. Sé que la única manera en que podría hacerla sería desde el corazón, no desde la mente. La mente tiene que estar al servicio del corazón. La imagen que haría sería proyectándome desde el corazón y no desde la mente. No razonando sino sintiendo. Yo creo que nos iría mejor a todos si lográramos hacerlo así.